Nuestro Obispo Monseñor Dante nos hace llegar el siguiente mensaje “El Tinkunaco es hoy, cada día” una invitación para seguir buscando sendas de diálogo, de reconciliación y de paz social.
Nos decía ya nuestro Beato Mártir Mons. Angelelli: “En cada Tinkunaco, nos manifestamos como somos. Lo que hemos logrado como pueblo y lo que aún nos falta. El canto lleno de esperanza y a la vez dolorido en la caja del Inca, es un canto que que cada año se repite, urgiéndonos a tomar conciencia de que aún nos falta caminar mucho para lograr el verdadero encuentro de todos. El tinkunaco es un grito de esperanza. Un llamado a celebrar todos juntos, porque sentimos la necesidad de mayor fraternidad, de mayor justicia, de mayor igualdad, como hijos de un padre que está en los cielos”
(Beato Mártir Mons. Angelelli, 1973)