La Escarapela Nacional Argentina fue creada en 1812 durante el Primer Triunvirato como distintivo en las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Es uno de nuestros símbolos patrios, junto al escudo, el himno y la bandera. Fue el primero de todos ellos. El que marcó, con su celeste y blanco, los colores de nuestra bandera.