En estos días en donde ser profesor significó asumir un nuevo desafío enmarcado por la pandemia; vuelen a cobrar vigencia las palabras que el papa Francisco expresara a los docentes hace varios años.
“Enseñar es un compromiso serio, que sólo una personalidad madura y equilibrada puede asumir. Un compromiso de este tipo puede infundir temor, pero es necesario recordar que un profesor jamás está sólo: comparte siempre su trabajo con los demás colegas y con toda la comunidad educativa a la que pertenece”.
La tarea docente hoy - expresó- es más que nunca necesaria. Y como docentes deben enseñar no sólo los contenidos de una materia, sino también los valores de la vida y las costumbres de la vida. “Para aprender los contenidos es suficiente el ordenador, pero para entender cómo se ama, para comprender cuáles son los valores y cuáles los hábitos que crean armonía en la sociedad se necesita un buen profesor”.
“Os animo a renovar vuestra pasión por el hombre —¡no se puede enseñar sin pasión! — en su proceso de formación, y a ser testigos de vida y esperanza. Jamás, jamás cerrar una puerta, abridlas todas de par en par, para que los estudiantes tengan esperanza”.
¡Feliz día queridos profesores!
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El Desafío de Enseñar
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