Todos estamos llamados por Dios a ser santos, Dios nos llama a parecernos a Jesús, su Hijo. Para ello, mientras vivimos en este mundo, el Espíritu Santo nos anima a amar siempre a todos, sembrando alegría y paz en los corazones de quienes viven con nosotros. Los Santos son hombres, mujeres y niños que, en la tierra, siguieron a Jesús y amaron mucho a Dios y a los hombres. Conocemos a algunos de estos Santos: san Vicente, san Ignacio, santo Domingo, santa Teresa… Son muchos, y solo Dios los conoce a todos. Entre los Santos sobresale la Virgen María, Madre de todos los creyentes. Ella, y todos los Santos, piden a Dios por nosotros, por medio de Jesucristo.